BADEN POWELL

BADEN POWELL

viernes, 27 de agosto de 2010

HISTORIA DE LA MITOLOGÍA NORDICA

LA CREACIÓN

En un principio sólo existia el vacío. No había océano que ocupara su vasto imperio, ni árbol que levantase sus ramas o hundiera sus raíces. Más al norte allá donde el abismo, se formó una región de nubes y sombras llamadas Niflheim. En el sur se formó la tierra del fuego, Muspellsheim. Los doce ríos de pura agua glacial que tracurrían desde Niflheim hasta encontrarse con los correspondientes de Muspellsheim llevaban amargo veneno y pronto se solidificaron. Cuandolas heladas aguas del norte tocaron sus rígidos cuerpos serpentinos, el abismo se llenó de gélida escarcha.
Con el aire cálido que soplaba desde el sur empezó a derretir la escarcha y de las amorfas aguas surgió Ymir, un gigante de escarcha, el primero de todos los seres vivientes.
Del hielo surgió una gran vaca llamada Audumla. E Ymir apagó su sed en uno de los cuatro manantiales de leche que fluían de la criatura. Cada uno de estos seres primarios tuvieron hijos de forma asexual: Ymir a partir de su propio sudor y Audumla lamiendo el hielo. El matrimonio de Bestla, hija de Ymir, con Bor, nieto de Audumla, trajo a los tres dioses, Odín, Vili y Va, quienes muy pronto se volvieron en contra de la raza de los gigantes exterminándolos a todos menos a dos, que escaparon para perpetuar la raza. Al calmarse el caos resultante del desbordamiento, al derretirse el hielo, los tres dioses sacaron el cuerpo inerte de Ymir fuera de las aguas y crearon la tierra, a la que llamaron Midgard, la Princial Morada. De los huesos de Ymir se crearon las montañas y su sangre llenó los océanos. Su cuerpo se convirtóo en tierra y sus cabellos en árboles. Con su calavera los dioses formaron la bóveda de cielo, que atestaron de brillantes chispas de los fuegos de Muspellsheim. Estas chispas son las estrellas y los planetas.
Del suelo brotó Yggdrasilll, el gran freso, cuyas poderosas ramas separaban los cielos de la tierra y cuyo tronco constituía el eje del universo. De hecho en algunas leyendas Yggdrasill es el mundo mismo. Nadie podría narrar su grandeza. Sus raíces se hincan el las profundidades, más allá de las raíces de las montañas y sus perennes hojas atrapan las estrellas fugaces según pasan.
Son tres sus raíces. La primera llega hasta Nifheim, tierra de sombras o infierno y toca la fuente Hvergelmir de donde mana los doce ríos de la región del Norte. La segunda entra en la tierra de los gigantes helados y bebe de la fuente de Mimir, fuente de toda sabiduría. La tercera se extiende por lo cielos donde discurre la fuente de Urd, el más sabio de los Nornos.




Muchas fuerzas atacan al sagrado fresno. Cuatro ciervos mordisquean los nuevos brotes antes de que reverdezcan. El corcel de Odín, Sleipnir, pace en su follaje. La cabra Heidrun se alimenta de sus hojas. Pero lo peor de todo es la serpiente Nidhogg, un enorme monstruo que roe incesantemente sus raíces. Solamente el amor de los Nornos lo mantiene en buen estado. Día a día cogen agua de la fuente de Urd y la vierten en Yggdrasill para mantenerlo floreciente.
De los gusanos del cuerpo pútrido de Ymir, los dioses crearon la raza de los enanos, destinados a morar en las profundidades de la tierra durante toda la eternidad. Como todos ellos han sido creados, no pueden procrear. Cuando muere un enano, princesas enanas, creadas para este fin modelan un nuevo enano con piedras y tierra.
El hombre y la mujer fueron creados a partir de los troncos de dos árboles inertes. Odín les infundió la vida. El dios Hoenir les dotó de alma y capacidad de juicio. Lodur les dio calor y belleza. El hombre fue llamado Ask (de Ash, ceniza) y la mujer Embla (parra), y de ellos desciende la raza humana.
Mitos Maternales: El Mito de Frigg
Balder era el hijo de Odin, el dios de dioses, y era el más querido y el más hermoso de todas las deidades nórdicas.
Un día, Balder empezó a tener sueños de su propia muerte, por lo que todos los dioses decidieron protegerlo. Su madre Frigg hizo que todas las cosas, las enfermedades, los venenos, los árboles, los animales, que nunca ivan a herir a Balder y todos aceptaron el juramento.
Como se volvió invulnerable, los dioses inventaron un juego donde le tiraban toda clase de cosas, sin que él saliera herido, por que todos cumplían su promesa y no se atrevían a hacerle daño. Lucky, el dios travieso, estab inconforme con el juego y celoso de Balder.
Por eso se disfrazó de anciana y fue a conversar con Frigg. Ella sin saber que la anciana era Lucky, le contó la historia de cómo había hecho que todas las cosas y las criaturas juraran no dañar a Balder, pero que el muérdago, una planta que crecía al este del Walhalla, era tan insignificante y tan joven que ni s iquiera le había pedido el juramento.
Lucky se fue para el juego de los dioses, pero antes construyó una flecha con la planta que le había dicho Frigg, y cuando llegó se encontró con un dios ciego que no le tiraba nada a Balder, por que no veía ni tenía arma que lanzarle.
Lucky entonces le dijo a este dios, que el le daba su arma y le indicaba donde se ubicaba Balder, y así era como si los dos lo honrraran. El dios ciego lanzó la terrible flecha, que hirió de muerte a Balder.
La angustia de los dioses fue mucha, pero en especial la de su esposa que murió de tristeza y la de su madre que fue a rogarle a la diosa Hel que lo dejara salir del reino de los muertos. Hel le dijo que si todas las criatyuras y las cosas lloraban a Balder, ella le permetiría regresar.
Frigg, movida por su amor de madre, se vio otra vez caminando el mundo entero, haciendo que todo se lamentara de la muerte de Baler, pero llegó y se ncontró con la misma vieja, es decir Lucky, quien dijo que Balder no había hecho nada por ella, por lo lo que no se sentía obligada a llorarlo.
De esta manera, Lucky condenó a Balder a permanecer en el reino de los muertos.

ODIN

 
Odin: Era el dios supremo, padre de todos los hombres y de muchos de los dioses. Era el dios tanto de la sabiduría como de la guerra. Dio un ojo en prenda a cambio de la sabiduría del pozo de Mimer. Cuando se sentaba en su trono Lidskjavl, veía todo lo que pasaba en el mundo. También tenían dos cuervos llamados Hugin y Munin que salía todas las mañanas y regresaban antes del desayuno para dar cuenta a Odin de todo lo que habían visto y oído. Gere y Frece son sus dos lobos, que comen toda la comida de Odin, porque él se mantenía únicamente de vino. Su caballo Sleipner tenía ocho piernas y corría más que cualquier otro animal u hombre tanto por aire, como por tierra y agua. También era el dios de la muerte de los guerreros, a los que llevan a Valhal al morir. Odin tuvo tres esposas: la primera era Jord o Fjordgyn con quien tuvo a Thor; la segunda se llamaba Frigg y era su favorita y con ella tuvo el hijo Balder; la tercera era Rinda, con quien tuvo a su hijo Vali que sobrevivirá al Ragnerok.
Yggdrasil

El árbol de universo, del tiempo o de la vida, el cual ocupaba todo el mundo, expandiéndose sus raíces no sólo en las más remotas profundidades de Niflheim, donde burburjeaba el manantial Hvergelmir, sino también en Midgard, cerca del pozo de Mimir (el océano) y en Asgard, cerca de la fuente Urdar.

Yggdrasil (o Yggdrasill) es un fresno perenne: el árbol de la vida, o fresno del universo, en la mitología nórdica. Sus raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos: Asgard, Midgard, Helheim, Niflheim, Muspellheim, Svartalfheim, Alfheim, Vanaheim y Jotunheim. De su raíz emana la fuente que llena el pozo del conocimiento, custodiado por Mimir.
A los pies del árbol se encuentra el dios Heimdall que es el encargado de protegerlo de los ataques del dragón Níðhöggr y de una multitud de gusanos que trataban de corroer sus raíces y derrocar a los dioses a los que este representaba. Pero también contaba con la ayuda de las nornas que lo cuidaban regándolo con las aguas del pozo de Urd. Un puente unía el Yggdrasil con la morada de los dioses, el Bifröst, el arco iris, todos los dioses cruzaban por él para entrar en el Midgard.
Yggdrasil rezuma miel y cobija a un águila que entre sus ojos tiene un halcón que se llama Veðrfölnir, a una ardilla llamada Ratatösk, a un dragón llamado Níðhöggr y a cuatro ciervos, Dáinn, Dvalinn, Duneyrr y Duraþrór. Cerca de sus raíces habitan las nornas.
Etimología
Etimológicamente, Yggdrasil se ha interpretado como un kenning, es decir, una perífrasis derivada de mitos nórdicos. En este caso, el kenning significa "Caballo de Odín", ya que Yggr (o Uggr, "temible, feroz") es uno de los apelativos de Odín, e Yggs es el genitivo de Yggr;[1] drasill (o drösull, "errante, vagabundo") es una expresión poética para "caballo".[2] Este nombre reflejaría aparentemente la imagen de Odín subiendo y bajando a voluntad por el tronco y las ramas del fresno, es decir, metafóricamente "cabalgando" entre los mundos. Otros autores interpretan el nombre como "árbol terrible" o "cadalso de los colgados", en referencia a como Odín colgó de él durante nueve días.[3]
Los Nueve Reinos o Mundos del Yggdrasil
Para los nórdicos, el mundo del hombre era nada más una rama del gran Yggdrasil, el fresno del mundo. Nueve mundos posee Yggdrasil, y por ellos pasó Odín antes de obtener el secreto de las runas. El árbol se divide en tres partes. Niflheim, Midgard y Asgard (raíz, tronco y copa, respectivamente), se puede notar en esto la representación del ciclo de nacimiento, vida y muerte que ya se siente en las nornas.
Las raíces son tres. La primera se dirige hacia la Fuente de Hvergelmir. La segunda a la fuente de Mimir. La última a la Casa de las Nornas, el Destino. Los mundos son los siguientes por orden ascendente:
- Helheim, el Reino de los muertos.
- Svartálfaheim, el Reino de los elfos oscuros
- Niflheim, el Reino de la nieve y el frío intenso.

- Jotunheim, el Reino de los gigantes.
- Midgard, el Reino de los Hombres. (también conocido como Mannaheim.)
- Vanaheim, el Reino de los Vanir (una tribu de dioses).
- Alfheim, el Reino de los elfos de la Luz. (también conocido como Ljusalfheim.)
- Asgard, el Reino de los Dioses (Aesir).
- Muspelheim, el mundo primordial de fuego, allí se encuentra el Ginnungagap.

Desde sus tres grandes raíces, el árbol alcanzaba una altura tan formidable que su rama más elevada, llamada Lerald (el pacificador), ensombrecía la sala de Odín, mientras el resto de los brazos arbóreos se alzaban sobre los otros mundos.

Un águila fue situada en la rama Lerald, y entre sus ojos se sentó el halcón Vedfolnir, el cual observaba con su mirada penetrante el cielo, la Tierra y Niflheim, e informaba de todo lo que veía.

Ya que el árbol Ygdrassil se mantenía siempre verde y sus hojas nunca se marchitaban, servía de pasto no sólo para el chivo de Odín, Heidrun, el cual suministraba el aguamiel celestial, la bebida de los dioses, sino también para los venados Dain, Dvalin, Duneyr y Durathor, de cuyas cornamentas caía el rocío de miel hacia la Tierra, suministrando con agua todos los ríos del mundo

A los pies del árbol se encuentra el dios Heimdall que es el encargado de protegerlo de los ataques del dragón Níðhöggr y de una multitud de gusanos que trataban de corroer sus raíces y derrocar a los dioses a los que este representaba, conscientes de que su caída sería la señal de la perdición de los dioses. Pero también contaba con la ayuda de las nornas que lo cuidaban regándolo con las aguas del pozo de Urd. Un puente unía el Yggdrasil con la morada de los dioses, el Bifröst, el arco iris, todos los dioses cruzaban por él para entrar en el Midgard.

Correteando continuamente arriba y abajo por las ramas y el tronco del árbol, la ardilla Ratatosk (el portador de la rama), el típico entremetido y chismoso, empleaba su tiempo en repetirle al dragón los comentarios del águila y viceversa, con la intención de sembrar la cizaña entre ambos, situados a cada extremo del fresno sagrado.
EL PUENTE BIFRÖST (ARCO IRSI, CAMINO OSCILANTE)

Desde ambos límites de Niflheim, arqueándose muy por encima de Midgard, se alzaba el puente sagrado, Bifröst (Asatru, el aro iris), hecho de fuego, agua y aire, cuyos palpitantes y cambiantes matices retenía y sobre el cual viajaban los dioses de un lado a otro de la Tierra o hasta el manantial Urdar, al pie del fresno Ygdrassil, donde se reunían diariamente en asamblea.

El dios Heimdall guardaba custodia y vigilancia allí día y noche. Estaba pertrechado con una espada mordaz y portaba una trompeta de nombre Gjallarhorn, con la cual solía soplar generalmente una nota suave para anunciar la venida o la ida de los demás dioses, pero la cual serviría además, para hacer sonar un terrible estruendo cuando Ragnarok, el gigante de hielo y Surtr, llegaran con intención de destruir el mundo.




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